Tuesday, October 18, 2011

Carnavales Cubanos, La Habana y Santiago de Cuba


La alegría cubana presentada en los carnavales habaneros tal y como son presentados en el artículo “Cuba y los carnavales de La Habana” de la obra “Así es Cuba” y los “Carnavales de Santiago” en Cosas de mi tierra, Guije.com, con referencia a más fotos del “Carnaval de Santiago de Cuba” y la “Invasión en Santiago de Cuba”. “Cuba tierra de la más criolla alegría, se esfuerza en destacarla, de manera especial y por encima de todos sus problemas "desde que el calendario señala la proximidad de las Carnestolendas, ya que ha llegado el momento para La Habana, a todo lo largo del racimo de semanas que dura su Carnaval, de archivar-según expresiones de Renato Villaverde -las penas, las preocupaciones y los desengaños en el armario del Olvido". Siendo los días que se suceden entre máscaras y desvaríos, como lámpara votiva que año tras año se enciende frente a los altares en que se rinde culto al dios Momo, quintaesencia de cuanto nos legara el mundo pagano.”

“El carnaval de Santiago de Cuba se llevó a las calles de la ciudad a principios del siglo XX. No quiere decir esto que esos fueron sus orígenes. Realmente el entusiasmo musical ya era incontrolable desde mucho antes, en tiempos de la colonia. En aquel entonces los esclavos celebraban y cantaban a sus santos. Por eso se celebran en el mes de julio, llegando a su mayor expresión los días de Santa Cristina, 24 de julio, Santiago Apóstol (Patrón de Santiago de Cuba), 25 de julio, y Santa Ana y San Joaquín, 26 de julio. Continuando la fiesta hasta finales del mes. El espíritu de carnaval ya no se puede controlar. Los paseos practican sin cesar su avance con estricta exactitud al compás de la coreografía. Preparan sus vestuarios y adornan su carroza para al mundo presentar el tema de este año. Tema que puede ser un evento de actualidad, un saludo fraternal a algún país hermano, una sátira al gobierno (ya estos no se permiten), o realmente cualquier locura que el grupo de participantes decida realizar así como una Fantasía Arabesca o un Ensueño Caribeño.”

“La Conga Madre es la Conga de los Hoyos (nombre que lleva por el barrio) o Hijos de Cocuyé. Esta conga se fundó entre 1902 y 1904. Siendo el general de las guerras de Independencia Guillermón Moncada el primero en sacar una mezcla de Tahoma (música de los esclavos de los tiempos de los cabildos) en los barrios cuando estrenó la conga “Brujos de Limón”. En el presente aun se usan los instrumentos originales de procedencia Bantú. Esta conga aun mantiene los tres ritmos diferentes en tradición: El Pilomo que es toque de conga, el Manon, y la Columbia. La corneta china llegó a Santiago en 1915 y en 1916 se incorporó a esta conga, después se vuelve toque típico de todas las congas santiagueras. La Conga de los Hoyos realiza un preámbulo de carnaval en su tradicional Invasión visitando los otros barrios, donde radican las otras congas. La Invasión es rememorando la invasión del Ejército Libertador.”

“Hay que ver a la Capital de la República de Cuba en las horas aquellas en que se inicia el paseo del carnaval llamativo. Por doquier profusión de luces, cascadas de risas y montañas de flores, mientras toneladas de confettis y de serpentinas producen una verdadera inundación en plazas y parques, avenidas y calles, destacándose entre el conjunto las mujeres, muchas mujeres, muy lindas, muy bellas, esbeltas y hermosas que, con su exquisita elegancia, su mirada ardiente y subyugadora y su incitación al beso con sus labios de grana, obligan al hombre que las contempla a musitar, cual si fuera una plegaria.”
 ...“comienza el desfile en que se confunden y mezclan los más elegantes y modernos "colas de pato", con los quitrines y volantas, trasunto de tiempos ya idos, entre los que busca juego también el coche destartalado, por triste jamelgo tirado, flaco y hambriento, que contrasta tanto con los briosos corceles de pura sangre que montan jinetes arrogantes y jóvenes que reflejan en sus rostros el orgullo de ser ellos el cortejo de linda amazona que con femenino donaire, sonriente y muy bella, cual sol se destaca cuando junto a ella se encuentra la máscara fea y grosera que, en unión de las otras va formando infernal algarabía que se suma a la de las "comparsas" que llevan por nombres "Los Príncipes Rajahs", "Las Fruteras" o "Los Mexicanos", por no citar más que algunas.”